lunes, 30 de agosto de 2010

PRESENTACION DE LIBROS: El Ángel Negro: la vida del mayor asesino serial del país

El Ángel Negro: la vida del mayor asesino serial del país

La historia de Carlos Robledo Puch quien (con menos de 20 años) entre el 15 de marzo de 1971 y el 3 de febrero de 1972 mató a 11 personas, incluidos dos de sus amigos. El periodista Rodolfo Palacios se animó a contar el caso y lo entrevistó en prisión. El libro se presenta este lunes a las 19 en la librería Ross

Cuando tenía19 años y en el lapso de un año, Carlos Robledo Puch, mató a 11 personas, incluidos dos de sus amigos. La mayor parte de las víctimas fueron acribilladas a balazos, por la espalda o mientras dormían. El periodista Rodolfo Palacios se animó a hablar del peor asesino de la historia de Argentina y a la vez el preso con más años (hace 38 que está detenido) adentro de una cárcel y con prisión perpetua. Palacios logró entrevistarlo y en "El Ángel Negro" narra la vida de este criminal que aún conmueve a las viejas generaciones pero que las más nuevas todavía deconocen. El libro se presenta este lunes a las 19 en la librería Ross.

"Nunca un caso criminal conmovió tanto a la sociedad argentina. Durante varios días toda actividad política, deportiva, artística pasó a segundo plano ante una evidencia: en Buenos Aires, un muchacho puede por sí solo quebrar todas las barreras de seguridad, matar y robar sin que la Justicia lo alcance hasta que la tragedia haya abrazado a muchos". Así, retrataba la saga de crímenes Osvaldo Soriano en el diario La Opinión, en 1972. Soriano se encerró en su casa durante semanas, leyó todo lo que se había escrito sobre el asesino y escribió una crónica que justamente fue la que sembró el interés de Palacios en retomar la historia. "Me interesó mucho lo que leí de Soriano porque él intentaba contar lo que pasaba en la cabeza del asesino. Creo que es lo mejor que se ha escrito de Robledo y luego al contactarme con un perito que lo analizó empecé a trabajar ", contó Palacios en contacto con Rosario3.com.

Pero Palacios fue más allá. No descansó en paz hasta que consiguió entrevistar en prisión al mismo Robledo. No fue fácil, primero por la burocracia del sistema penitenciario, luego porque el asesino múltiple no quiso durante todos estos años tener contacto con la prensa. "Trabajaba en ese momento en el diario Crítica de la Argentina y decidí escribirle una carta. Y el aceptó, por dos cosas: una, porque su abuelo leía el viejo diario Crítica y otra, porque el mismo admiraba al periodista Jorge Lanata”, relató Palacios. Luego de ahí vino un intercambio de misivas que llevó a Robledo a escribirle unas 45 cartas al periodista que se publican al final del libro.

Durante estos años a Robledo Puch le negaron varios pedidos de excarcelación y quizás esa sentencia que lanzó cuando recibió la condena (le dijo a los jueces: "Cuando salga los voy a matar a todos") surtió su efecto. Hasta el momento es el preso que pasó más años dentro de una cárcel en todo el país.

Amante de las motos y los autos deportivos, nacido como el niño bien de una familia acomodada de Olivos, con un padre que trabajaba en la General Motors y era descendiente de la esposa de Güemes, y una madre de sangre alemana que era licenciada en química. Ahora, vive alojado en el pabellón de homosexuales de Sierra Chica. Pelado, sólo la mirada fulminante y algunas pecas estampadas en la cara, son los pocos rasgos que lo asemejan a ese joven desgarbado que dejaba caer un rulo colorado sobre la frente.

Lejos de una mirada prejuiciosa y dejando al desnudo una pátina de humanidad, Palacios escribe una historia atrapante. "La idea fue poder contarlo. No me propuse más que eso, pero me doy cuenta que después aparecieron aspectos de Robledo que los diarios no mostraban", explicó y agregó: "La prensa del momento , incluso la Justicia, hablaban de un monstruo, de alguien que no tenía sentimientos. Y cuando en la entrevista él habla de sus padres se nota que se emociona y mucho".

Fiel a la idea de que pronto llegará el fin del mundo y una era de canibalismo, muchas veces Robledo despidió a Palacios con esta frase: “Tené cuidado, esto es un infierno, pero afuera todo es peor”. Acompañado solo de su gata Cuki, convive con el recurrente sueño de la libertad, escucha a los "Redonditos de Ricota", lee la Biblia, graba programas de radio, audios de películas que ve en televisión y discursos propios y ajenos. Pretende que su vida sea llevada al cine, dirigida por Quentin Tarantino o por Steven Spielberg y actuada por Matt Damon o por Leonardo Di Caprio. Y, sobre todo, se cree el sucesor de Juan Domingo Perón al cual imita con voz impostada y gestos de manos arriba.

Narrado en primera persona, tanto que en varios pasajes aparecen las impresiones del cronista que por momenos y a solas con el asesino denotan el sentimiento de temor (cuando tiene que ir al baño en la sala de entrevistas de la cárcel y darle la espalda a Robledo, o cuando le pregunta qué piensa hacer cuando salga del penal y Robledo contesta: "Ir a tu casa a tocar timbre, total me tirás un colchoncito y me arreglo"). Pero también la escritura apela a una especie de presente histórico, que es como si los crímenes estuvieran ocurriendo, tal como los relata el mismo autor de los hechos. Más que una autobiografía el libro cuenta, con una narración atrapante, la vida fugaz y atormentada de un hombre que no vivió casi nada.